Las apariencias son lo son...apariencias. Que les hagas mucho caso ya es otra cuestión.
Te presento esta pieza que he dedicado a mi madre. Encerré en un "frasquito" un par de pensamientos mientras la componía. ¡Solo dos! Uno de ellos era el concepto de "las apariencias" y la otra sobre una conversación que tuve con mi madre no hace mucho. Y mientras construía la música mantenía esas dos ideas.
La conversación iba sobre "aguantar el chaparrón". En estos tiempos las cosas están bien complicaditas en muchos áreas. Pero el centro de gravedad está en su sitio. Así que, si el centro está bien, iremos encontrando los caminos. A fin de cuentas la existencia es una aventura...la vida lo es. Solo tengo que mirar de reojo a mi madre y acordarme de cualquiera de las mil y una circunstancias y de cómo las afronta.
Y esto me lleva al otro pensamiento....las apariencias. Pensaba que si nuestra apariencia física se transformara según nuestra forma de actuar ante la vida, ¿cómo crees que sería tu apariencia cuando te has encontrado con un problema?
Y así está construida esta música. Si se tocara con una guitarra mientras se silba la melodía podría ser prácticamente una canción infantil, una nana. Y sin embargo, si pensamos que hemos de pasar un chaparrón bien fuerte e intenso, hemos de ponernos el traje adecuado con la actitud adecuada correspondiente...claro, en este caso es un traje instrumental...adecuado a la actitud que tendría mi madre ante los problemas.
Te quiero mater.
Fili primo.