Me apasiona llegar a los lugares en ruinas y dejar que me hablen.

Cada muro, cada arco derrumbado, cada detalle cubierto por la naturaleza guarda una historia.
Al crear música en esos espacios, la ruina deja de ser un signo de abandono y se convierte en fuente de belleza y reflexión.

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Este proyecto consiste en:

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• Componer e interpretar en espacios en ruinas o abandonados.

• Revitalizar la memoria de esos lugares a través de la música.

• Invitar al público a experimentar una nueva forma de mirar: lo roto como fuente de valor.

 

La experiencia recuerda a la magia del cine: cuando una escena, un paisaje o una mirada se transforman por la música.

Aquí la ruina se convierte en espejo del alma: lo que sientes al escucharla es lo que realmente permanece.

No se trata de ocultar el deterioro, sino de dignificarlo, mostrar que incluso lo que parece frágil y olvidado puede sostener belleza y sentido.