Llegando estos días estoy terminando de hacer los arreglos de los últimos temas de Paco Jaén.
La verdad es que es todo un ejercicio, un buen entrenamiento para un compositor.
Te llega el material. Letras, conceptos, guitarra (o piano, y una gran cantidad de anhelos, esperanzas, inquietudes...y también, hay que decirlo, muchas preguntas...por dónde empezar?
Pues primero escucho a Paco, quien me escribe, me cuenta, me expresa lo visible y lo que no está tan visible a lo aparente. Te cuenta qué le mueve, qué descubre, investiga, trabaja, concilia...te muestra lo que tiene hecho. Y ahora, con toda esa batería de elementos me pongo a trabajar.
Observo los giros ritmos, melódicos, trato de encontrar esos puntos especiales en las obras, le tomo el pulso, aislo partes, me fijo por qué me molesta unas partes, empieza una pequeña lucha interior, le voy mostrando avances, trabajo los aspectos técnicos que no controlo, me gusta cosas distintas, me gusta cosas iguales a veces...peeero la excelencia debe primar por encima de mis gustos. Hay que embellecer, hay que engalanar, y ahora a simplificar, a clarificar...
Todo esto son características de este camino. Hay que abrazarlos, aceptarlos dentro de esa realidad que te rodea...y siendo feliz aprendiendo.
Las piezas me encantan, la intención que hay detrás (por lo menos las que consigo ver por ahora) también. Me hace feliz formar parte de este proyecto aportando una parte a este proyecto pero sin duda, la mejor de mi en estos momentos.
También ha sido genial volver a retomar con mi compañero de aventuras Dani Cárceles. Con las personas que trabajas intensamente, pueden pasar los años y a volver a verse vuelve uno a trabajar como si el tiempo no hubiera pasado.
También tenemos la colaboración de Lara Collazos, una joven padawuan de San Vicente...
Así pues, Re-Evolución, Qué Harías si no tuvieras Miedo, De Ti Depende, etc...ya forman parte de mi interior musical. Le estoy muy agradecido a Paco y a la música que he descubierto en su música.
Seguir creciendo,
David.